Una noche tonta la tiene cualquiera. Me pongo a hacer zapping por las televisiones nacionales y lo mejor que encuentro es ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’. Horrorizada, me planteo que con este panorama televisivo no es de extrañar que fructifiquen imperios como Megaupload. Pero, ¿el cierre de este portal ha significado el fin de la piratería? Debe ser que soy bastante mal pensada, pero en un caso así siempre me acuerdo del refrán que dice “hecha la ley, hecha la
trampa”. Y la trampa llegó a mí casi por casualidad. Concretamente por un tuit que rezaba lo siguiente: “El Facebook ruso, ¿posible sustituto de Megaupload y Megavideo?”. Y lo que empezó por puro aburrimiento se convirtió en todo un descubrimiento.
Sin embargo, yo ya conocía esta red social, o al menos ese servidor multimedia, aunque por otras vías. Además, mi ‘frikismo’ no había llegado hasta el extremo de registrarme en ese portal. Así que, aunque solo fuera por pura curiosidad periodística, decidí hacer la prueba. El proceso es tremendamente sencillo. En menos de dos minutos he conseguido un perfil nuevo, uno más a sumar a la lista de perfiles que voy atesorando en diferentes redes sociales. Una vez dentro es cuestión de ponerse a buscar. Los resultados serán más o menos satisfactorios dependiendo de qué se quiera encontrar y en qué idioma. Les aseguro que poniendo más de 10 títulos al azar me ha sido relativamente fácil encontrarlos todos: películas y series absolutamente gratis.
La web Vk.com dispone de un sencillo buscador con el que, usando los filtros adecuados, se pueden encontrar desde películas ganadoras en los premios Óscar celebrados el pasado mes de febrero hasta el último capítulo de infinidad de exitosas series de Estados Unidos. ¿Cuál es la ventaja? (algunos lo llamarán desventaja). Esta red social permite reproducir contenidos multimedia, tanto de audio como de vídeo, en línea. “Eso ya puedo hacerlo en mi Facebook”, podrían argumentar algunos. Cierto. Pero en Vk.com se pueden reproducir vídeos en alta calidad (HD) y de larga duración. Además, se pueden crear listas de reproducción para ver posteriormente y, gracias a su aplicación para móviles, disfrutar de los contenidos desde cualquier lugar y en cualquier momento. En definitiva, un chollo, ¿no creen?
Mi intención con este artículo no es fomentar el consumo de contenidos ‘pirata’ en línea sino la simple constatación de un hecho. Una realidad. Las herramientas están ahí y somos ciudadanos libres. Pues decidamos cómo utilizarlas.
FUENTE: Las Provincias
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