Es la pregunta del millón, desde niños nos han enseñado que una buena nutrición se basa en la alimentación esencial de cereales desde la mañana. De hecho, esa información aún se propaga en medios masivos.
Como sabemos, la nutrición comienza en casa, desde que nacemos nuestros padres han “tratado” de alimentarnos de una manera saludable. Muchas veces atraídos por la publicidad que se ha visto en los medios de comunicación.
En los anuncios se ve claramente que comer cereales es de gran beneficio para la salud, desde los estantes llenos en los supermercados que nos invitan a consumir cereales con una publicidad muy atrayente. Creyendo que son muy beneficiosos para la salud.
Desde la pirámide nutricional que se había presentando en Estados Unidos en el año 1992, tomando como base los cereales como principal fuente de alimentación diaria, podemos ver como fue impulsado por el comercio en gran escala.
Gracias al crecimiento del servicio de Internet a nivel mundial, tenemos acceso a la información tanto buena como mala… todo dependerá del uso que le podemos dar a esta gran herramienta. Investigando un poco, cuando uno coloca por ejemplo en Google: “los cereales son saludables” el resultado principal que nos muestra es que en realidad son saludables, lo destaca mucho y sobre todo cita sitios web de farmacéuticas.
La gran industria del cereal, sobre todo el crecimiento enorme de los Estados Unidos en la producción a gran escala y comercial del maíz han permitido que las grandes corporaciones se interesen mas en el valor del dinero que el valor de la salud de las personas.
Citando un artículo de sitio web www.diabetesbien.com
No son indispensables en la dieta
Es curioso que los cereales estén en la base de la pirámide nutricional, siendo que están compuestos principalmente de glucosa – es decir, carbohidrato o azúcar – y la glucosa no es un nutriente esencial. No existen carbohidratos esenciales. Esto quiere decir que no necesitamos ingerir carbohidratos para sobrevivir (a diferencia de la proteína o los ácidos grasos, que sí son nutrientes esenciales porque nuestro cuerpo los necesita y no puede fabricarlos por sí mismo). La glucosa es una sustancia que nuestro cuerpo necesita para ciertas funciones, pero no es considerada “esencial” pues el propio cuerpo puede fabricarla a partir de ácidos grasos, en un proceso conocido como “gluconeogénesis”. Esto prueba de manera sencilla que la pirámide nutricional fue diseñada por intereses comerciales y no de salud pública; pues de otra manera resulta difícil creer que la base esté compuesta por una sustancia no esencial – carbohidratos – y que solamente dos peldaños más arriba encontremos la muy necesaria proteína, ¡y aún más arriba las grasas saludables!…
Su perfil nutricional es más bien pobre
Nos venden la idea de los cereales – en especial los integrales – como “nutritivos”, cuando en realidad el perfil proteico y nutricional de los cereales es bastante pobre. Puede haber ciertas variaciones entre unos cereales y otros, así como también varía la composición nutricional entre cereales refinados y cereales integrales; pero en general por cada 100 gramos de cereal nos encontramos con sólo entre 10 y 15 gramos de proteína – que además es proteína incompleta, por venir de una planta y no de un animal –, y un pobre contenido de vitaminas, minerales y micronutrientes esenciales; siendo el resto glucosa o azúcar simple. Los supuestos “beneficios” de los cereales, en especial quienes hablan de las bondades de un cereal integral, son meramente comparativos, y sabemos que las comparaciones pueden ser engañosas, pues depende con qué se estén comparando. Los cereales integrales pueden tener un perfil nutricional ligeramente mejor que el de los refinados; pero que sigue siendo pobre en comparación con la carne, pescado, huevos, vegetales de hoja verde (en otras palabras, ¡comida real!). Y está claro que hay en el mundo gente viviendo en extrema pobreza y que sólo tienen acceso a cereales como arroz, maíz, etc.; en un caso así los cereales son una mejor alternativa que morir de hambre; pero siguen estando muy lejos de ser alimentos ideales para el bienestar, y ya no digamos “ricos en nutrientes”.
La decisión al final es de cada uno, saber investigar un poco más. Ver que es lo que en verdad nos nutre o no.
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