Las características de su luz, su eficiencia energética, su bajo coste de mantenimiento y su duración, entre otros motivos, han generalizado su aplicación.
EP/MADRID Hace 50 años, el científico Nick Holoyank inventó el LED, un diodo semiconductor de luz, con aplicación práctica. Según ha señalado el investigador, sus compañeros se referían al él como ‘el mágico’, porque su luz, a diferencia de los láser infrarrojos, era visible para el ojo humano.
Holoyank, que trabajaba para General Electric(GE) ha señalado que la competencia fue quien le impulsó a realizar el descubrimiento en el laboratorio. «Si ellos podían hacer un láser, yo podía hacer un láser mejor porque había conseguido unos halógenos dentro del espectro visible del rojo. Yo podía ver cuál sería la evolución futura y ellos estaban encallados en el infrarrojo«, ha apuntado.
Según ha informado la empresa, cuando Holonyak entró a formar parte del equipo de investigación de GE, en 1957, los científicos e ingenieros de GE ya estaban investigando en aplicaciones con semiconductores y construyendo los antecedentes de los modernos diodos. Mientras Robert Hall estaba trabajando para conseguir un semiconductor láser infrarrojo y usaba abrillantadores para formar espejos láser, Holonyak lo intentaba dentro del espectro visible y formando espejos compuestos.
En 1962, y teniendo por testigos a los colegas de GE, Holonyak fue la primera persona que manipuló un láser semiconductor visible para iluminar el primer LED visible.
Los LED son fuentes pequeñas de luz o chips delgados que se iluminan con el movimiento de electrones a través de un material semiconductor. Actualmente están disponibles en múltiples colores. Son muy eficientes puesto que usan el 75 por ciento menos energía que las fuentes incandescentes y su duración es un 25 por ciento más larga. Son fríos al tacto, se encienden al momento y su estructura compacta permite diseñar lámparas más pequeñas e iluminar zonas reducidas.
En estos cincuenta años, los LED robustos y de larga duración son fuente de luz en incontables aplicaciones, desde las más cotidianas hasta las misiones más críticas, ha señalado GE, que ha apuntado que, hoy en día, la aplicación del LED más habitual es la de proporcionar luz a aparatos electrónicos y señales eléctricas, tales como botones de los ascensores, señales de salida, teléfonos móviles y de pantalla táctil, televisores, tablets, grandes pantallas de video para eventos deportivos o equipos quirúrgicos microscópicos.
Del mismo modo, ha señalado que los sistemas LED presentan una doble ventaja: ahorran energía y el coste de mantenimiento es muy bajo. Es por ello que su aplicación se ha generalizado, no sólo para interiores, sino también para exteriores e incluso se usan para iluminar grandes y pequeñas ciudades, ha indicado GE.
FUENTE: Levante
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