La conferencia sobre tecnología móvil que tiene lugar en Barcelona, España, ofrece lo último en teléfonos inalámbricos, pero también hay dispositivos innovadores e inusuales. Aquí algunos ejemplos:
Libros de colorear
La empresa Chromville está ofreciendo una suerte de libros de colorear tridimensionales, que servirán como método educativo para los niños.
Se basa en una app de un teléfono celular. El niño baja la app e imprime las páginas con una gran variedad de diseños que pueden llenar con el color que deseen.
Luego colocan la tableta sobre la página y mediante la app de Chromville, el dibujo se convierte en una imagen tridimensional con la que pueden interactuar mediante la pantalla.
Por ejemplo, hay una sobre el Sistema Solar. Los niños pueden explorar cada planeta, enfocándolos de cerca o de lejos, al tiempo que aprenden sobre ellos. Hay otras versiones sobre, por ejemplo el cuerpo humano, la geografía o cómo construir una máquina.
«Es algo como mágico, porque la educación es algo para disfrutar», dijo Héctor Pérez, director de la empresa en Zaragoza, España.
Impresora de comida
Lynette Kucsma jura que no fue su intención replicar al «sintetizador de comida» de «Star Trek», con el que el capitán Kirk hacía aparecer de inmediato el bocadillo que deseaba.
Sin embargo, lo cierto es que Kucsma, cofundadora de Natural Machines, está ofreciendo una máquina bastante parecida: una impresora tridimensional de comida.
El artefacto, llamado Foodini, fabrica comida mediantes capas de ingredientes que salen de distintos grifos, como por ejemplo raviolis, bizcochos, o trozos de pollo frito. La compañía dice que incluso se pueden cocinar alimentos más complejos como hamburguesas, pero no queda claro cómo funcionaría eso a través de los grifos.
«Con esto, cualquier persona puede convertirse en productor de alimentos», indicó Kucsma añadiendo que el Foodini permitiría usar ingredientes saludables para crear alimentos saludables y así evitar comprar alimentos elaborados que contengan aditivos.
El Foodini es también capaz de vincularse a otros artefactos. «Uno puede imprimir recetas de un chef que esté al otro lado del mundo», dijo Kucsma.
La empresa, con sede en Barcelona, está ofreciendo el Foodini especialmente para chefs por entre 1.500 y 2.000 dólares. Luego lanzarán una versión para gente común.
«Creemos que en entre 10 y 15 años las impresoras de comida serán tan comunes en las cocinas como los hornos microondas», expresó Kucsma.
FUENTE: El UNiverso
0 Comentarios