NUEVA YORK — Google es el maestro del software para la web. Pero cuando de aparatos se trata, ‘el maestro’ duda.
Google TV recibió críticas tan poco entusiastas, que la compañía decidió retrasar el lanzamiento de productos futuros con ese software hasta que pudiera lograr mejoras significativas. Los teléfonos inteligentes han sido un éxito increíble en cuanto a las ventas, pero los consumidores, fabricantes y desarrolladores han expresado su frustración en torno al sistema operativo Android. Aún es muy pronto para las tabletas, pero el muy esperado Honeycomb de Google (lanzado hace dos meses) no ha sido un gran éxito y las ventas son decepcionantes.
El éxito mixto de la compañía en el mundo de los aparatos será un fuerte tema de discusión en la conferencia anual de desarrolladores I/O de Google, que comienza el martes en San Francisco. Se espera que Google lance otra horda de aparatos. Los analistas creen que Google lanzará su sistema operativo Chrome para computadoras de escritorio.
¿Por qué las aplicaciones de Google para la web han sido tan geniales pero sus aplicaciones para aparatos para el consumidor han fracasado?
Hay algunos culpables: uno es el mediador. Cuando Google inventa productos web, los entrega directamente al consumidor. Pero cuando Google diseña aparatos, necesita que los fabricantes se asocien y los hagan. Es una relación complicada que Google aún está aprendiendo a dominar.
«Google está intentando llevar el ritmo de la innovación, pero da a los fabricantes de aparatos demasiado control«, dice Todd Christy, presidente de la plataforma de desarrollo de aplicaciones Pyxis Mobile. «Es un reto para la industria, y los afectados son los consumidores. Google necesita mejorar eso».
Un estudio reciente de Baird Research descubrió que el 56% de los desarrolladores de Android creen que la fragmentación entre sus muchos aparatos es un problema significativo o ‘enorme’. Ese porcentaje ha aumentado en los últimos tres meses.Otro problema es que Google tiene el hábito de ver a los aparatos con una mentalidad de fabricante de software. Le gusta lanzar productos que aún no están listos y mejorarlos poco a poco.
Eso funciona bien en la web. Nadie está pagando por Google Voice, Google Maps o por Gmail, por lo que Google puede lanzar esas aplicaciones y corregirlas sin que los usuarios se quejen.
Pero cuando pagas 600 dólares por Google TV, 200 dólares por un teléfono de Android u 800 dólares por una tableta Android, querrás que funcionen a la perfección. Y Google no opera así.
«Obviamente Google tiene un enfoque experimental en muchas de sus iniciativas, externalizando varios procesos que tradicionalmente se mantienen a puerta cerrada», dijo Al Hilwa, analista en IDC. «Eso puede someter a sus socios y clientes a experiencias frustrantes de vez en cuando».
El enfoque abierto de Google permite a los fabricantes de aparatos hacer pequeños ajustes y personalizar la experiencia de Google en sus aparatos. Pero su flujo casi constante de actualizaciones importantes obliga a los fabricantes a dedicar tiempo a la configuración de las nuevas actualizaciones para cada aparato y para sus respectivas especificaciones.
Esto no ocurre rápido. Sólo el 4% de los usuarios de teléfonos inteligentes Android cuenta con la última versión, Gingerbread, lanzada en diciembre. La mayoría aún cuenta con Froyo, lanzada en mayo de 2010, y la cuarta parte de los usuarios aún cuenta con Eclair, lanzada en enero del año pasado.
Es por eso que los diseñadores de aplicaciones intentan crear un software que funcione en varias versiones distintas del mismo sistema operativo. Sus aplicaciones necesitan funcionar en un amplio abanico de aparatos con distintos tamaños de pantallas, componentes de hardware diferentes y diversas funcionalidades.
Y también significa que los clientes con aparatos de Google aún están a la espera de actualizaciones de software.
Claro que Apple está en el otro extremo. La compañía diseña el sistema operativo y todos los detalles del hardware que maneja, creando una experiencia completamente unificada para el iPhone y para iPad. Pero si quieres jugar con el sistema, o simplemente diseñar una aplicación que a Apple no le guste, no correrás con suerte.
«La gente quiere innovación y diferenciación, pero también quieren la consistencia del mundo de Apple y de Microsoft», dijo Ken Dulaney, analista en Gartner. «Desafortunadamente, no se pueden tener ambas».
Espacio para el crecimiento
Los representantes de Google no comentaron sobre el enfoque de la compañía hacia el desarrollo de aparatos, pero sí se remitieron a una publicación reciente del presidente de Android, Andy Rubin, en un blog.
Google intenta luchar contra la fragmentación pidiendo a quienes mercadean aparatos ‘compatibles con Android’ que cumplan con ciertos requisitos de consistencia básica, dijo. También defendió el programa de lanzamientos de software de Google: «Seguimos siendo una plataforma de fuente abierta y seguiremos lanzando código fuente cuando esté listo».
Claramente, Google ha hecho bien muchas cosas. Android es el sistema operativo para teléfonos inteligentes mejor vendido del mundo. Honeycomb no fue un éxito inmediato para las tabletas, pero a Android le tomó años volverse un competidor legítimo de teléfonos inteligentes.
Aún así, proyectos como Google TV muestran que la ambición de Google va más allá de las computadoras y los teléfonos. Ya ni siquiera hablaremos de los autos robot. En el I/O del año pasado, el entonces presidente ejecutivo, Eric Schmidt, reunió a la élite de presidentes ejecutivos del mundo de los aparatos (Sony, Logitech, Intel, Best Buy y Dish Network, entre otros) para que lo acompañaran en el podio durante el lanzamiento de Google TV.
Para que alianzas como éstas rindan frutos, Google necesita ser un mejor compañero de trabajo para los mejores fabricantes de aparatos del mundo, y al mismo tiempo, debe pensar como uno.
«No es que Google no comprenda específicamente a los fabricantes de electrónicos, sino que Google no comprende, en general, a las compañías más tradicionales», dice James McQuivey, analista en Forrester Research.
Google es como «un enorme algoritmo imparcial. Valoran la eficiencia y asumen que todos los demás también la valoran», dijo. «Hay un descontento general cuando Google intenta interrelacionarse con otras compañías que han crecido con reglas distintas a las que Google ha internalizado».
FUENTE: CNN Expansion
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