Un repleto estadio local fue testigo de una nueva victoria del tetracampeón del fútbol hondureño
Tegucigalpa, Honduras A este Olimpia utilitarista no habrá que pedirle mucho espectáculo; habrá que ver la forma en que rota su plantel, se para en el barro del León Gómez y acaba con la vida del entusiasta Parrillas One a pura piel curtida…
En el carnaval que armó el pueblo porteño, que no miraba fútbol de Primera División desde el 1-0 de Petrotela a Vida hace 20 años y cinco meses, ha sido el León el personaje que se adueñó del circo; para ello, claro, tuvo que encubrir sus grietas defensivas con la presencia de Noel y sobrellevar la fogosidad de un cuadro que debutaba en casa y no quería perder ni de mentiritas.
Mundos diferentes…
Pero entre la carrera que ha hecho Jefferson la Foca Bernárdez en Nicaragua y Guatemala y la categoría que ha ganado Anthony el Choco Lozano en España, bien se puede definir la repartición de puntos.
Al minuto 10, aquel menudo delantero que inició deslumbrando en Motagua allá por 2006 estrelló un bombazo de fabricación casera en el horizontal del mundialista portero de los Melenudos; al 67, mientras, un centro medido estrictamente por José Escalante encontró la confusión del uno Mario Flores y el melodioso cabezazo del Choco Lozano, que puso a brincar a la mitad de los presentes en el fortín teleño.
Dominio mental…
Bien afirmado en el campo, el Albo empezó a sentirse amo del ambiente y presionaba en busca del segundo. Nery (buen cambio en el primer tiempo en lugar de Acevedo) y Carlos Will (que le dio la mano por última vez a Roger Rojas, traspasado al balompié inglés) proponían ataques indiscriminadamente, que finalmente no podían encontrar dirección a gol.
A decir verdad, había muy pocas probabilidades para que el Parrillero empatara. Y dos exolimpistas tuvieron las más claras. Antes del gol de Lozano, ha sido la Tanqueta (alguna vez en las reservas del Olimpia) el que eligió mal. Disparó a marco cuando la Foca se la pedía en soledad. Y al 55, el Pescado se achicó de mente al enfrentar a Valladares.
Parrillas One quemaba todas las naves y hasta creía en el destino. Si un ex tenía que mojar, pues que fuera Parham Castro, de reducido recuerdo en las filas olimpistas. Pero esta vez ni el ídolo en el ascenso ni la suma de Ventura y Gómez podían contra un Olimpia que, por el contrario, había dejado en la capital a sus piezas de artillería más valiosas.
Sin los estelares Caetano, Bruschi, De Souza y Méndez, el Blanco sacó provecho de un lujo que le permite su chequera; Escalante, Lozano,Garrido y Portillo tampoco son nombres a despreciar y ayer lo demostraron en tierra ajena.
Parrillas lo sintió en carne propia y sumó su tercera derrota seguida. Olimpia encarriló su camino y ya piensa en Kansas City. ¿El fútbol alegre? Tendrá que esperar…
FUENTE: EL Heraldo
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